Qué sucede cuando en un entorno laboral todas las cajitas negras de mi post anterior concurren en el tiempo? Pues que a la mayoría de los mortales, en algunos momentos, les darán ganas de tirarse por la ventana.
Lo complejo de una situación así es que se experimenta confusión, ansiedad, resistencia, frustración y una sensación de inicio en falso. Todo a la vez. Y como bien dijo Ron Weasley en Harry Potter y la Orden del Fénix, «una persona no puede sentir todo eso, explotaría!!!»
En mi opinión, la única estrategia viable en una situación como esa es aplicar la primera línea de factores en el propio beneficio de uno mismo. Es decir, buscar un cambio eliminando los posibles inhibidores. Ya sea un cambio interno en el propio entorno laboral, o bien externo fuera de la empresa actual de trabajo.
Visión –> tener claro lo que se quiere: si el cambio se quiere buscar dentro o fuera.
Aptitudes –> explotar las fortalezas individuales y maximizar la formación para adecuarse a los nuevos entornos futuros.
Incentivos –> asumir la consecución del cambio como un premio personal, basado en la satisfacción personal de haber conseguido hacer lo que uno se propone. Uno no se puede pagar a sí mismo con dinero, de modo que hay que buscar los incentivos en otra parte.
Recursos –> contactos, compañeros de trabajo, iniciativa, comunicación, energía. Si tu entorno actual no te proporciona recursos, habrá de buscarlos uno mismo para alimentarse y seguir adelante.
Plan de acción –> definir una estrategia clara, sencilla y alcanzable. Si no es alcanzable, nunca se dispondrá de los recursos adecuados y suficientes para conseguir llevarla a cabo, y se acabará en un estado de frustración elevado.