Esta semana he comenzado en mi empresa, junto con otros compañeros Responsables de Proyectos, un nuevo módulo de nuestro curso de Desarrollo de Habilidades Directivas. En el módulo actual hemos comenzado a trabajar aspectos relativos a la comunicación.
Aaaaah… la comunicación… qué falta nos hace a todos mejorarla, en casi todos los aspectos de nuestra vida. Tanto en lo profesional, como en lo familiar, como cuando vamos al supermercado a hacer la compra, o al Corte Inglés a buscar un gadget que nos tiene embobados.
En multitud de ocasiones no reparamos en la importancia de cómo comunicamos lo que deseamos transmitir a nuestro(s) interlocutor(es), y nos llevamos muchas veces sorpresas desagradables cuando el feedback que recibimos por su parte no es el que esperábamos.
La verdad es que, parándose a pensarlo un poco, no somos totalmente conscientes de la cantidad de cosas que podemos conseguir, y lo agradable que se puede hacer una simple visita al supermercado cuando nos comunicamos de la manera adecuada. Identificar el estado emocional o físico en el que está nuestro interlocutor, evaluar el entorno en el que nos estamos comunicando, entro otros factores, son aspectos a los que muchas veces no prestamos la debida atención y esfuerzo por trabajarlos.
En este módulo que estamos cursando practicamos técnicas que, con el tiempo y el debido entrenamiento, facilitan enormemente la comunicación con nuestros colaboradores, familia, amigos, etc.
Quiero terminar este comentario agradeciendo a nuestra instructora, Maribel Reinoso (@maribelreinoso), el gran trabajo que en mi opinión está realizando durante nuestra formación. Es, sin duda para mí, de las mejores profesoras que he tenido y disfruto enormemente aprendiendo con sus lecciones y consejos.
